La exposición de lo aprendido en todo el año en la fundación ha sido una experiencia increíble. Durante este tiempo, hemos trabajado en diferentes proyectos que han abarcado desde Origami hasta pintura, mamás aprendiendo a cuidar a sus hijos, pasando por actividades de limpieza y reflexiones sobre la violencia en nuestra sociedad.
En cuanto al Origami, hemos aprendido a crear hermosas figuras utilizando papel, desarrollando nuestra paciencia y destreza manual. La práctica de esta técnica nos ha permitido también liberar el estrés y fomentar la creatividad.
En cuanto a la limpieza, hemos colaborado en diferentes acciones para mantener nuestro entorno limpio y cuidar el medio ambiente. Hemos aprendido la importancia de mantener limpia nuestra comunidad y hemos buscado formas de reducir nuestra huella ecológica.
En el ámbito de la pintura, hemos explorado nuestra creatividad y expresado nuestras emociones a través de diferentes técnicas y estilos artísticos. Hemos descubierto el poder transformador del arte y cómo puede ser una herramienta para comunicar mensajes importantes.
reflexionamos sobre la violencia en todas sus formas y buscamos formas de combatirla desde el respeto y la empatía. Hemos aprendido a identificar situaciones de violencia y a buscar soluciones pacíficas para resolver conflictos.
También se abordaron temas relacionados con las madres y su papel en la crianza de los hijos. Se ofrecieron consejos prácticos sobre cómo cuidar a los niños y promover un ambiente seguro y amoroso para su desarrollo emocional y físico.
En resumen, la exposición fue una muestra del aprendizaje y la dedicación de los participantes de la fundación a lo largo del año. Cada proyecto reflejaba no solo sus habilidades técnicas, sino también su compromiso con temas importantes como la creatividad, la limpieza, la violencia y el cuidado de los más pequeños. Sin duda, fue una experiencia enriquecedora para todos los que participaron.