El aire fresco del campo, el canto de los pájaros y la suave brisa que acaricia la piel son solo algunas de las delicias que ofrece un día en la naturaleza. Hoy, Lucy junto a su hermanito, ha decidido explorar todo lo que el campo tiene para ofrecer junto a su familia. Fueron con toda su familia a pastear ovejas, creando recuerdos que quedarán grabados para siempre en sus corazones.
La mañana comenzó emocionante. Lucy y su hermanito se despertaron muy temprano, llenos de energía y ansiosos por el día que les esperaba. Sus padres prepararon una rica merienda, y pronto se subieron al coche rumbo al campo. En el camino, los pequeños no paraban de hablar sobre las ovejas que verían y de los juegos que podrían hacer entre la hierba.
Una vez llegaron, el paisaje era impresionante. Verdes prados se extendían salpicados de flores silvestres de colores vibrantes. Mientras sus padres se organizaban para el día, Lucy y su hermanito se adentraron en el campo, disfrutando del sol. Su risa resonaba, llenando el aire de alegría.
No tardaron en encontrar el rebaño. A lo lejos, se podían ver ovejas pastando tranquilamente, con su lana blanca brillando bajo el sol. La familia se acercó con cautela para no asustarlas. Lucy, emocionada, exclamó: “¡Mira, hermanito!”. Con cuidado, tocó la lana de una oveja que se acercó curiosa. Su hermanito, la imitó con un entusiasmo contagioso.
Asi Lucy, aprendió sobre la vida de los pastores y la importancia de cuidar de las ovejas, ella desea en su próxima visita preparar una deliciosa huatia(plato típico de la región andina).